La terapia
de familia aborda los problemas que la gente presenta en el contexto
de sus relaciones con personas significativas en sus vidas y en sus redes
sociales. Se trata de un reconocido enfoque psicoterapéutico dirigido
principalmente al sistema familiar como unidad social.
Introducción
La Terapia
Familiar es una disciplina terapéutica que aborda la intervención y el
tratamiento de la familia en su conjunto. Desde el punto de vista sistémico, se
suele utilizar el término terapia familiar y de pareja, en tanto se
entiende que el objeto de intervención son los sistemas y subsistemas
familiares. La terapia familiar se puede desarrollar desde diferentes ámbitos,
como el de la psicoterapia (ejercida exclusivamente por psicólogos y
psiquiatras), el de la terapia psicoeducativa o pedagógica, que se basa en
cambios conductuales a través de la educación en valores y mejora de
habilidades relacionales (ejercida tanto por psicólogos como por trabajadores
sociales, mediadores, educadores sociales, etc.), o el del coaching vivencial.1
Existen muy
diferentes corrientes dentro de la Terapia Familiar sistémica, como por ejemplo
la de la Escuela de Milán, la
de la Escuela de Palo Alto, o la del psiquiatra argentinoSalvador Minuchin, que desarrolló los planteamientos del trabajo estructuralista
con familias (roles, comunicación, etc.), y que es una de las corrientes más
aplicadas en el Trabajo Social con
familias de pocos recursos económicos.
Objetivos
Los principales
objetivos de la terapia familiar son:
§
La mejora del funcionamiento de la familia a
diferentes niveles.
§
El aumento de la comprensión mutua y el apoyo
emocional entre los miembros de la misma
§
El desarrollo de estrategias de afrontamiento y
habilidades de resolución de problemas ante diferentes dilemas y situaciones de
la vida.
Estructura
de las sesiones
Una sesión de
terapia familiar por lo general dura entre 60-90 minutos, los intervalos entre
sesiones son de una a varias semanas dependiendo de los problemas presentados,
las necesidades de los miembros de la familia, la fase del tratamiento y otras
variables. Las decisiones sobre estos asuntos se negocian en colaboración con
los clientes y con los otros profesionales implicados.
Aunque es difícil
de estimar y difiere ampliamente, la duración media del tratamiento en
terapia familiar oscila entre la 6 a 20 sesiones. Los terapeutas familiares
aspiran a trabajar en un modelo breve y pragmático como un medio de minimizar
la dependencia del cliente o paciente en
el proceso de ayuda profesional.
En ocasiones los
terapeutas familiares, puede elegir y proponer a la familia alternar sesiones
con todos los miembros, o con sólo unos miembros (o inclusive individuales),
sin perder por ello la visión integral de todo el sistema familiar en su
conjunto.3 Hay ocasiones en las que los terapeutas
sistémicos intervendrán en el contexto profesional y / o en las redes sociales
de las familias en lugar de centrarse específicamente en la familia nuclear.
Beneficiarios
La terapia
familiar y la práctica sistémica está especialmente indicada cuando el objetivo
es mejorar la capacidad de los miembros de la familia para apoyarse mutuamente.
Posibilitar que los miembros de la familia puedan usar más eficientemente sus
recursos de apoyo puede ser vital para ayudarles a gestionar las fases de
transición del desarrollo familiar o los acontecimientos vitales estresantes
tales como una enfermedad grave o el fallecimiento de uno de sus miembros.
En general,
cualquier situación o problema que afecte a
las relaciones entre los miembros de la familia, su funcionamiento y su rol de
apoyo, puede beneficiarse de la terapia familiar sistémica. Del mismo modo
cualquier problema de un individuo que afecte sus relaciones familiares y sus
contextos más amplios se beneficiaría de un enfoque sistémico. Involucrar a
otros miembros de la familia de un individuo o de su red social en el
tratamiento puede ayudar a evitar la patologización de ese individuo y también
a abordar el problema de manera más eficaz.
La terapia
familiar puede ser útil en tiempos de crisis y también con respecto a problemas
de larga duración. También es efectiva para prevenir problemas como
alteraciones del comportamiento, por ejemplo, la deriva hacia la delincuencia o
en las crisis de salud mental. Algunas de las cuestiones o situaciones en que
una familia podría beneficiarse de la terapia familiar se enumeran a
continuación:
§
Problemas de salud, enfermedades físicas y
crónicas, en particular
§
Trastornos psicosomáticos.
§
Salud mental infantil y de adolescentes.
§
Salud mental para adultos.
§
Dificultades psicosexuales.
§
Abuso de alcohol y de otras sustancias.
§
Problemas matrimoniales incluida la separación y el
divorcio.
§
Acogimiento familiar, adopción y otras cuestiones
relacionadas con el ciclo vital familiar y las etapas de transición.
§
Promoción de habilidades parentales y mejora del
funcionamiento familiar.
§
Experiencias traumáticas, la pérdida y el duelo.
§
La alteración de la vida familiar debido a
conflictos sociales, políticos y religiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario