
Son modalidades terapéuticas cuyo tratamiento y valoración están basados en las
relaciones humanas y no en los individuos. La valoración de estas terapias incluye datos
de las sesiones relacionados con las siguientes áreas:
-historia de la relación
-objetivos de los individuos en la relación
-mecanismos de imitación que no han tenido éxito
-precipitantes para necesitar terapia (¿por qué ahora? ¿qué cambió?)
-patrones de comunicación, tanto constructivos como destructivos
-descripción de los lazos/poderes/fuerzas de la relación
-necesidades no satisfechas de los individuos de la relación
La valoración de los precipitantes que hacen necesario buscar terapia matrimonial o
familiar es muy importante para determinar el equilibrio de la relación. Para esto es
necesario haber trabajado previamente con todos los miembros de la relación, aunque en
el momento actual no haya equilibrio. Los precipitantes pueden ser un cambio en las
circunstancias externas o un cambio de uno de los individuos involucrados en la relación.
Las terapias matrimoniales y familiares identifican estos cambios y luego examinan los
patrones de comunicación, de conducta y mecanismos de imitación (tanto destructivos
como constructivos) como respuesta a los cambios identificados.
El objetivo de la terapia es proporcionar al matrimonio o a la familia nuevas formas
de reaccionar o responder que son beneficiosas y constructivas para la relación. A veces
no existe un precipitante agudo que haga necesario la terapia, pero en su lugar se
identifican patrones de comunicación destructivos de hace tiempo, los cuales la pareja o
la familia quiere cambiar.
Las declaraciones/afirmaciones o las quejas/reclamaciones expresadas por los individuos
reflejan las inquietudes por la relación y también la inhabilidad para resolver esas
preocupaciones. Estos indicios pueden incluir cambios internos y externos de los
individuos que forman la relación o cambios de la propia relación en sí.
Indicadores internos y externos para terapias matrimoniales y familiares
Cambios internos
• Una persona que, a través de terapia individual o a través de la experiencia de lavida, está tomando una decisión sobre si seguir con la relación
• Una persona que, a través de la experiencia o la terapia, se da cuenta que tiene
una orientación sexual diferente a la que previamente creía tener.
• Cambios normales del desarrollo de los niños, como la adolescencia
• Cambios del desarrollo de los adultos, como el deseo de la esposa de retomar
unos estudios después de ser una ama de casa
Cambios externos
• Diagnóstico reciente de una enfermedad en un miembro del matrimonio o de la
familia. La enfermedad debe implicar la muerte o cambios que modifiquen sus
capacidades.
• Cambios en el estatus económico debidos a pérdidas de trabajo o disminución del
sueldo.
• Adición de los miembros de un matrimonio o familia, como el nacimiento de un hijo,
parientes o hijos de matrimonios anteriores.
• El abandono de la casa por parte de los hijos al hacerse mayores, hecho que
puede exacerbar una asunto no resuelto de la relación matrimonial.
• La decisión de divorciarse que provoca que todas las relaciones se renegocien.
Modelos para terapias matrimoniales
En el modelo más común de terapia matrimonial, los componentes de la pareja son
visitados juntos por un mismo terapeuta. A veces, uno o ambos de los componentes
también son visitados de manera individual.
En la preparación para las sesiones matrimoniales, los individuos deben trabajar en
asuntos pertinentes sólo a ellos mismos o desarrollar mejores acuerdos/pactos de sus
necesidades como miembro de la pareja.
Normalmente es positivo que el terapeuta individual no sea el mismo que el que
trata al matrimonio en conjunto, porque el terapeuta puede saber secretos que podrían
comprometer la terapia marital. Sin embargo, cuando esto no es posible, por ejemplo en
áreas rurales, el terapeuta y los pacientes deben establecer claros límites en cuanto se
refiere al contenido que se discute en cada modalidad de tratamiento. Cuando varios
terapeutas están involucrados, la comunicación entre ellos puede ser beneficiosa para
clarificar lo que están trabajando en conjunto y no malentenderse. Pero aún así, es
necesario que cada terapeuta mantenga la confidencialidad con sus respectivos
pacientes.
EN CUANTO AL TERAPEUTA
Típicamente es totalmente activo.
Los terapeutas ayudan a los miembros del matrimonio o de las familias a definir
los problemas y a determinar los objetivos a los que se tienen que dirigir. El
terapeuta puede necesitar frenar ciertos comportamientos y estimular otros sin terapia,
por ejemplo, frenar a alguien que domina la conversación y estimular a otros para que
hablen y participen más. También tiene que dirigir a los miembros de la pareja o la familia
para evitar ciertos comportamientos fura de la sesión terapéutica, como discusiones
maratonianas que pueden pasar a ser argumentos o acciones físicas. El terapeuta
debería sugerir un tiempo límite para todas las discusiones que no resuelvan un asunto, y
también establecer reglas muy específicas tales como la violencia física dentro y fuera de
la terapia. Cuando los individuos de una pareja o de la familia no pueden parar la violencia
física, se tendría que sugerir una separación con estrictas líneas guía cuando estén
juntos.
El terapeuta también “ayuda a solucionar” problemas o sentimientos entre los
miembros de la pareja o de la familia eliminando clasificaciones como bueno y malo y
haciendo afirmaciones sobre las diferencias entre los miembros. Puede sugerir soluciones
a los problemas con una dirección determinada. Si al final la solución no es efectiva, sólo
significa que los participantes, incluido el terapeuta, no tenían la información necesaria
para desarrollar una solución mejor. El terapeuta debe dar deberes a los miembros de la
pareja o familia para que la terapia no sólo tenga lugar en el despacho, sino que se
convierta en una parte de la vida diaria casera.
El terapeuta puede servir como profesor, educador o mentor para el matrimonio
o la familia cuando se observe una comunicación destructiva, dando ejemplos específicos
de lo qué decir o participando en un juego de roles. El terapeuta se reúne con los
miembros de la pareja o familia para desarrollar nuevos mecanismos, habilidades
comunicativas y habilidades negociadoras para así dirigir/solucionar los problemas
identificados.
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